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Lunes 29 de abril de 2024

Ambiente y salud: la coproducción del saber

En un fallo considerado ejemplar, el Juzgado N°1 de Mercedes dictaminó, en noviembre de 2023, la creación de una zona de exclusión de 1000 metros para la aplicación de plaguicidas respecto del casco urbano, escuelas rurales, viviendas, pozos de agua y emprendimientos agroecológicos del Municipio de Marcos Paz. Este fallo llegó luego de que la comunidad presentara un amparo ambiental basado en el hallazgo de trazas de plaguicidas y altos niveles de arsénico en aguas para consumo humano, en aguas superficiales y también en suelos. Los datos surgieron del trabajo conjunto entre un equipo de la UNGS y organizaciones sociales de Marcos Paz.

“En todos las muestras de agua encontramos presencia de plaguicidas”, afirma la socióloga Luciana Manildo, que junto a Carla Poth, politóloga, y a Giselle Querejeta, ecóloga, llevan adelante el proyecto. Las tres integran el Equipo de Investigación y Extensión en Salud Colectiva y Ambiente, radicado en los Institutos de Ciencias (ICI) y del Conurbano (ICO) de la UNGS, que desde 2021 viene analizando el impacto de agronegocio en la salud y el ambiente en Marcos Paz y también en Exaltación de la Cruz, siempre junto a organizaciones regionales.

Crédito imagen: Multisectorial contra el agronegocio.

El fallo de la justicia ordenaba además a la Provincia de Buenos Aires, Municipio de Marcos Paz y a la empresa Aguas Bonaerenses (ABSA) a entregar bidones de agua potable sellados a toda la población, en sus respectivas áreas de concesión. Esta decisión fue confirmada, en febrero de 2024, por la Cámara Contencioso Administrativo de San Martín frente a las apelaciones presentadas.

En Marcos Paz se tomaron muestras de agua y de suelo en 5 escuelas rurales, en 5 puntos de producción agropecuaria -3 de ellos agroecológicos, 1 mixto y 1 convencional, 2 muestras en arroyos y 1 muestra proveniente de agua de red en la sede de SUTEBA, una de la organizaciones con la que llevan adelante el proyecto.

Las investigadoras afirman que la atrazina es el agrotóxico que apareció en todas las muestras de agua. “La atrazina y el glifosato al combinarse entre sí y con el arsénico presente en las napas potencian sus efectos adversos sobre la salud y el ambiente”, aseguran y además enfatizan que en algunas muestras encontraron “trazas de agrotóxicos cuyo uso está prohibido”. El arsénico fue otra de las sustancias que apareció en todas las muestras estudiadas “Encontramos niveles muy altos de arsénico, salvo en una de las muestras en la que se observó por debajo de lo permitido por el Código Alimentario Argentino, que es la normativa nacional que define los parámetros sobre el agua para consumo humano”, detalla Manildo.

“La combinación de plaguicidas y arsénico nos está dando una imagen sumamente problemática tanto en el agua de pozo y en el agua de red, respecto de la calidad de agua que está consumiendo la población”, enfatiza Poth y asegura: “La vinculación que encontramos entre arsénico y glifosato es importante no sólo porque muestra un problema estructural, sino porque además hoy existen investigaciones que muestran que esta sinergia de problemáticas generan nuevos impactos sanitarios a atender”.

Crédito imagen: @exaltacionsalud.

En Exaltación de la Cruz la problemática es similar. En esta localidad, por razones presupuestarias el equipo sólo tomó muestras de agua, dos de ellas en escuelas. Los resultados revelaron diferentes combinatorias y distintas magnitudes de agrotóxicos, según detallan las investigadoras. “En todas las muestras encontramos plaguicidas. En Exaltación de la Cruz hay amparos ambientales vigentes desde 2019 que restringen el uso de plaguicidas y aun así encontramos altos niveles de plaguicidas o presencia de plaguicidas, no es una cuestión menor”, enfatiza Manildo.

“Hoy se abre un debate enorme sobre la universidad pública y la realidad es que la universidad pública nos tiene que servir para poder debatir, para poder generar este tipo de información y también para poder reflexionar sobre desde dónde, cómo, para qué y con quiénes se construye el conocimiento”, sostiene Poth, en relación al enfoque participativo de las investigaciones que nacen a partir de demandas de la comunidad.

Actualmente, el equipo sigue trabajando con ambas comunidades en el desarrollo de materiales de comunicación sobre los hallazgos y también con las escuelas de la zona en la producción de materiales didácticos para abordar la problemática en el marco de la Ley de Educación Ambiental Integral.

Estas investigaciones se desarrollan en el marco de dos proyectos de la UNGS que buscan promover propuestas de desarrollo tecnológico y social desde una o varias áreas de investigación de la Universidad en articulación con actores territoriales. Los proyectos son “Análisis de los impactos ambientales y sanitarios del agronegocio en los partidos de Marcos Paz y Exaltación de la Cruz, Buenos Aires. Salud colectiva, coproducción de conocimiento y territorios” (CyTUNGS 2021-2022) y “Salud y ambiente en el municipio de Marcos Paz: del diagnóstico a la construcción colectiva de alternativas. Co-producción de conocimiento desde un abordaje transdisciplinar y comunitario” (2023-2024).

Por Comunicación y Prensa UNGS

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