Novedades

Novedades

Novedades

Viernes 19 de junio de 2020

Garantizar el derecho a la educación

Desde el momento cero, cuando se suspendieron las actividades presenciales, la UNGS apostó por la continuidad pedagógica: el dictado de clases se continuaría desde la virtualidad. En esta tarea contó con el trabajo, esfuerzo y compromiso de sus equipos. Para conocer los distintos momentos, las decisiones y las acciones que fueron necesarias para atravesar esta coyuntura, Noticias UNGS conversó con Natalia Da Representaçao, secretaria académica de la Universidad, quien destacó el trabajo articulado y colectivo llevado a cabo a partir de acuerdos con los diversos actores institucionales.

–¿Cuál fue el desafío inicial, una vez que se declaró el cese de actividades presenciales?
–Una preocupación inicial fue la de comunicar a la comunidad de la UNGS que la Universidad seguiría sosteniendo la actividad formativa, que acaba de iniciar en la segunda semana de marzo. Hubo un esfuerzo puesto en contactar a los estudiantes en esas dos primeras semanas, para transmitir el mensaje de que la Universidad iba a sostener sus actividades formativas y otros servicios, y que el medio para ello sería en el entorno virtual.

–¿Qué evaluación se hizo en ese primer momento?
–La Universidad apostó por la continuidad pedagógica como una de las dimensiones de la vida cotidiana de los estudiantes, como un espacio de referencia a través del cual ellos pudieran seguir construyéndose y reconociéndose como sujetos de la comunidad de la UNGS, en un contexto de mucha incertidumbre, de aislamiento y de restricción de otro tipo de intercambios. En particular respecto de la formación, el objetivo institucional fue y sigue siendo el de sostener la continuidad de los intercambios entre docentes y estudiantes en la virtualidad, aun sabiendo que esas modalidades de interacción no reemplazan los distintos aspectos que se ponen en juego en el dictado presencial.

–¿Cuáles fueron las líneas de acción para sostener la continuidad?
–Trabajamos en un plan que se proponía como una estrategia de contingencia ante la situación de excepción del país. No lo pensamos como reemplazo de la modalidad presencial, que sigue siendo la base del proyecto de enseñanza y aprendizaje de la UNGS, sino como una propuesta que pudiera resolver con creatividad la discontinuidad que genera el necesario período de aislamiento. Desde la Secretaría Académica trabajamos con el Comité de Formación en la construcción de acuerdos, propuestas, alternativas y definición de ciertas orientaciones para el desarrollo de la enseñanza. Parte del principal desafío de este período fue acompañar a docentes y estudiantes en la elaboración de un ámbito de enseñanza mediado por la tecnología, al cual no estaban acostumbrados y para el que no estaban preparados. Ese proceso aún continúa.

–¿Cómo fue el trabajo para asistir al despliegue de las herramientas virtuales?
–En los momentos iniciales se requirió identificar por un lado las materias que ya contaban con aulas virtuales y por el otro aquellas que aún no habían avanzado en la modalidad virtual. Ese trabajo se articuló con los equipos de la Dirección General de Sistemas y Tecnologías de la Información (DGSyTI) y requirió que desde la Secretaría Académica vinculáramos la información sobre los estudiantes inscriptos y la convocatoria por distintos canales para que los estudiantes se contactaran con los docentes. Esta tarea de organización de las materias requirió de una articulación constante con las direcciones de carrera, con las coordinaciones de talleres y de áreas y con los secretarios académicos de los cuatro institutos. Al mismo tiempo, trabajamos junto a la Biblioteca y a Ediciones UNGS para poner a disposición de los docentes y de los estudiantes materiales de estudio.

–A poco de arrancar se manifestaron las dificultades para sostener la actividad formativa a través de esta modalidad….
–Sabemos del enorme esfuerzo que hace toda la comunidad educativa para garantizar el derecho a la educación de nuestros y nuestras estudiantes.Todo el tiempo consideramos y tuvimos presente que tanto docentes como estudiantes transitaban este aislamiento en condiciones que podían resultar poco propicias para el sostenimiento de actividades formativas en la virtualidad: por no contar en sus hogares con espacios adecuados, por estar a cargo de hijos menores o de adultos mayores, por problemas de conectividad, entre otras condiciones. Las actividades propuestas buscaron contemplar estos condicionamientos y ajustarse a las disponibilidades de los docentes. El compromiso institucional fue el de contribuir a subsanar y acompañar aquellas situaciones que lo requieran.

–¿Qué acciones se desarrollaron en ese sentido?
–En una primera instancia se apeló a las capacidades de algunos equipos docentes que ya venían trabajando con el entorno virtual como complemento para iniciar el ajuste de contenidos y de propuestas para las materias y se fortaleció a aquellos docentes con menor experiencia en el conocimiento y uso de los recursos virtuales. Promovimos que los docentes utilizaran los recursos con los que tuvieran cierta experiencia, ofreciendo alternativas en la plataforma Moodle. Este primer momento requirió, asimismo, comenzar a identificar situaciones específicas por tipo de materias. La Secretaría Académica trabajó con el Comité de Formación en orientaciones para el desarrollo de las materias atendiendo a su naturaleza y a sus propósitos formativos, incorporando en la nueva organización del dictado las limitaciones que se planteaban al desarrollo de espacios curriculares que requerían instancias de la práctica.

–El acceso a los materiales, las reducidas posibilidades de conexión, fueron desde un comienzo un problema…
–Sí. Buscamos atender a las limitacionesplanteadas por los estudiantes para acceder a los materiales y a las clases mediadas por la virtualidad, orientando a los docentes para la combinación de actividades sincrónicas y asincrónicas, de modo de brindar la posibilidad de que los estudiantes se conecten con el material y las propuestas de la materia en distintos momentos y con respaldo en recursos que podían minimizar el consumo de datos. Al mismo tiempo, desde la Universidad se trabajó en la definición de herramientas digitales que minimizaran el consumo de datos, y se continúa trabajando para articular estas acciones con las respuestas más amplias en relación a alternativas de conectividad gratuitas que se gestan en el conjunto del sistema universitario. Estas estrategias mostraron la capacidad creativa de los y las docentes para seguir sosteniendo el vínculo en este proceso, contemplando las particularidades que muchos estudiantes han planteado en el avance de las semanas de dictado. Este escenario de organización del dictado acercó un conjunto de definiciones para los equipos docentes que permitió sostener el avance de casi la totalidad de las materias ofertadas.

–¿Qué definiciones debieron tomarse en relación con las y los ingresantes?
–Evaluamos que era conveniente prorrogar el inicio del segundo trimestre de los talleres iniciales hasta el momento de retomar la presencialidad. Lo mismo con la inscripción prevista para junio. Actualmente, las coordinaciones de los talleres iniciales se encuentran diseñando un dictado en modalidad virtual, dada la extensión en el plazo previsto para retornar presencialmente a las aulas, al tiempo que, respecto al primer trimestre, los estudiantes de los talleres iniciales orientados de Lectura y Escritura, de Ciencias Experimentales, en Ciencias Sociales y en Humanidades que completaron satisfactoriamente las actividades establecidas por sus docentes fueron acreditados en la virtualidad. Los Talleres Iniciales de Ciencias Exactas y Matemática, que habían previsto una instancia presencial complementaria para completar la evaluación, finalmente han adecuado el trabajo final de la materia de modo de poder acreditarlos en la virtualidad.

–¿Qué ajustes debieron hacerse en relación con al calendario académico?
–Decidimos suspender las mesas de examen del turno complementario de mayo y extender la regularidad de los estudiantes hasta el siguiente turno de examen. Entendiendo que las situaciones de finalización de las trayectorias educativas eran una de las prioridades a atender, resolvimos que los estudiantes que adeudaran hasta dos materias podían pedir mesa de examen especial, que podría concretarse como examen remoto. Por otra parte, el Comité de Formación se encuentra analizando la necesidad de flexibilizar aquellas correlatividades en el trayecto formativo previstas por los planes de estudios, que podrán levantarse excepcionalmente en vistas a la inscripción al segundo semestre (sin afectar los trayectos formativos que requieran ciertos conocimientos para avanzar en el plan). Esta tarea se realizará de manera articulada con los y las directores/as de carrera y coordinadores/as de materias y de áreas.

–Con el paso de las semanas se evidenció una desigualdad en las posibilidades de los estudiantes de seguir la cursada…
–Sí. En el cierre del primer semestre se han previsto extensiones en los plazos de entrega de trabajos, tareas y exámenes de modo de brindar mayor flexibilidad a los estudiantes que sostuvieron con dificultad el ritmo de cursada de las materias. Asimismo, para mitigar esa situación, trabajamos en el diseño de actividades de complementación en la presencialidad dirigidas al conjunto de estudiantes que no han podido cursar de manera continua o se han desvinculado de alguna materia (que las unidades curriculares identificarán lo más ajustadamente posible). El objetivo es profundizar algunos contenidos, brindar apoyo a las principales dificultades bajo la modalidad de tutorías o clases intensivas y generar mejores condiciones para rendir exámenes.

–En este contexto, la evaluación de los aprendizajes está siendo un tema muy discutido por el sistema educativo. ¿Qué se resolvió en este sentido?
–Inicialmente, en la primera ampliación de la cuarentena (primeros días de abril) y con la consecuente imposibilidad de reiniciar las actividades presenciales, propusimos, en articulación con las autoridades de los cuatro Institutos, un esquema de dictado de clases que combinara una extensión de (al menos) 8 semanas en la virtualidad y de hasta 6 semanas en la presencialidad, contando la semana inicial de clases de encuentro presencial. Se trabajó acompañando las distintas decisiones de las carreras en el modo de organizar el dictado, procesando las consultas y especificidades de cada caso en el marco del Comité de Formación. En ese primer momento se acordó que no podrían acreditarse las materias por promoción directa y que requerirían de un examen final presencial.

–La cuarentena se fue extendiendo: ¿eso obligó a repensar decisiones?
–Avanzadas las semanas, decidimos revisar algunas de las decisiones sobre la continuidad de las actividades formativas consolidadas en abril (recordemos que en ese momento un escenario posible era retomar la presencialidad en junio), dada la prolongación de los plazos de suspensión de clases presenciales y frente a los condicionamientos para la futura presencialidad, de acuerdo al cumplimiento de los protocolos sanitarios y el distanciamiento social. Hoy nos encontramos trabajando en consensuar cómo será el cierre del primer semestre, a partir del reconocimiento de la diversidad de situaciones que atraviesan al conjunto de estudiantes y docentes mencionadas y de los distintos recorridos que han realizado las materias. En el marco del Comité de Formación, elaboramos un conjunto de alternativas para orientar el cierre de este período. Los docentes, en articulación con las coordinaciones de carrera y de áreas y con los secretarios académicos de los Institutos, podrán definir si la finalización del dictado de las clases será en la modalidad virtual o si reservarán una cantidad de semanas de dictado presencial (hasta 6 semanas, como estuvo previsto en abril). Al mismo tiempo, se podrá regularizar en la virtualidad y acreditar la materia por promoción directa (en los casos en los que estaba previsto este régimen de promoción) o mediante examen final virtual. Desde la Secretaría Académica no desconocemos la complejidad de implementar este tipo de examen, por lo que se propone como una alternativa para los docentes que consideren que el recorrido realizado permite evaluar los aprendizajes en esta modalidad. En cambio, otro conjunto de materias podrá acreditarse por examen final presencial.

–¿Qué destacarías de este período?
–Los acuerdos institucionales que se han logrado en este período, complejos y elaborados a partir de distintas instancias de consulta con quienes llevan a cabo la tarea formativa, fueron fundamentales. Esta práctica y forma de construcción y gestión pone de manifiesto la preocupación, compartida por autoridades y docentes, por otorgar un lugar prioritario a la posibilidad de continuar estudiando para un conjunto muy significativo de estudiantes.

Compromiso con la gestión

Desde el inicio de la cuarentena, los equipos de la Secretaría Académica trabajaron comprometidamente realizando, a través de la modalidad virtual, un amplio conjunto de gestiones vinculadas con el acompañamiento del proceso académico. Con la suspensión de la presencialidad se reforzaron los canales virtuales de comunicación. De esta manera, desde las distintas áreas de la Secretaría se logró dar respuesta a temas que necesitaban pronta resolución en este nuevo contexto.

–¿Cómo fue el trabajo de y con los equipos de la Secretaría durante estos meses?
–A medida que la cuarentena fue extendiéndose se trabajó en la adaptación de procedimientos y formularios con el fin de poder resolverlos íntegramente en forma virtual. Uno de los primeros fue la Constancia de Alumno Regular on line, que permite su tramitación íntegramente vía web y para la cual se desarrolló un instructivo con el fin de facilitar a les estudiantes la obtención de la certificación. Luego, y ante la necesidad de realizar evaluaciones, se implementó la constancia de examen parcial. Ambas tramitaciones se encuentran disponibles para los estudiantes. En esta línea el equipo de Bedelía, el DEyD y Sistemas están trabajando en el desarrollo de formularios virtuales para dar respuesta a otras solicitudes de los estudiantes, como extensiones de regularidad, excepciones de correlatividad y mesas especiales de examen. Se está trabajando también en el procedimiento de asignación de turnos para matriculación de ingresantes, lo cual cobra particular importancia en la “nueva normalidad” que probablemente tengamos una vez superada la cuarentena, porque evitará la acumulación de personas y las largas colas para inscripción que se generan en determinadas fechas.

El equipo de Becas trabajó para finalizar el proceso de adjudicación y gestión de las becas de estudio para ingresantes y cursantes. Con las adecuaciones necesarias al procedimiento en este contexto, se otorgaron cerca de 900 becas. Una acción de especial relevancia en este contexto fue el pago de las becas. Se requirió acompañar el proceso de cobro diseñado por el área de Administración de la Universidad, dado que se implementó a través de turnos en la sucursal bancaria y se trabajó activamente en la interlocución con los becarios para poder despejar inquietudes sobre el procedimiento y acompañar situaciones específicas. El equipo de trabajo de Pasantías ha sostenido el proceso de gestión propio de los convenios y acuerdos individuales con las instituciones externas a la universidad que reciben a los pasantes, acompañando situaciones específicas de pasantes que se encontraban transitando esta experiencia. Entre las actividades dirigidas a ingresantes, el equipo de Desarrollo Estudiantil trabajó contenidos para orientar a los nuevos estudiantes en las gestiones vinculadas con la modalidad virtual del proceso de enseñanza/aprendizaje. Los estudiantes Orientadores en Gestión Estudiantil (OGES) realizaron piezas audiovisuales que se difundieron por las redes sociales de la UNGS. También se realizaron las entrevistas (tutorías) dirigidas a ingresantes que perciben beca de estudio, para lo cual se asignaron tutores pares por afinidad de carrera. A mediados de junio comenzó el taller Orientación para la vida universitaria, a través de la plataforma Moodle. El mismo está destinado a ingresantes de 2020que no hayan registrado actividad académica hasta el momento, con el objetivo de retomar el vínculo con esa población que hasta el momento no pudo iniciar su proyecto de estudio. También se realizó un seguimiento de los estudiantes con discapacidad que vienen avanzando en sus estudios, para brindarles acompañamiento en su cursada.

Desde Formación Continua se han desarrollado también las acciones necesarias para dar continuidad a la oferta formativa dependiente de esta área, tanto las diplomaturas, talleres y cursos dependientes de los Institutos, como la oferta dependiente la Secretaria de Cultura y Medios de la UNGS, que comenzó a dictarse los primeros días de junio. En este último mes se han llevado a cabo en la UNGS una serie de defensasde tesis de posgrado en modalidad virtual que constituyen una valiosa experiencia. Para ello desde la Dirección de Posgrados se diseñó un protocolo y proyecto de resolución para el desarrollo de estas instancias, para el cual se efectuaron consultas a la CONEAU y a otras universidades nacionales. Entre las gestiones realizadas por la Dirección de Títulos se encuentran las respuestas a quienes están interesados en solicitar equivalencias en la UNGS, a los efectos de que puedan adelantar el pedido de documentación en la institución de origen y acelerar. Se han digitalizado la constancia de título en trámite para quienes requieran esta documentación. En cuanto a la tramitación de Títulos, se está trabajando en los expedientes en curso con el fin de dar continuidad a la gestión y de este modo, al retorno de las actividades presenciales, se podrán emitir evitando mayores retrasos.

Brenda Liener

*Nota publicada en la edición especial de la revista Noticias UNGS, el 16 de junio de 2020.

Seguinos en