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Viernes 24 de octubre de 2025

María Di Pace, treinta años después: la ecología urbana y la gestión ambiental en la UNGS

En diálogo con el ecólogo Leonardo Fernández, Di Pace repasa los hitos de la carrera a 30 años de su creación y traza desafíos para la nueva Tecnicatura Universitaria en Gestión Ambiental de la UNGS, actualmente en trámite.

A tres décadas de los primeros cursos de la Licenciatura en Ecología Urbana —hoy Licenciatura en Ecología— de la UNGS, dialogamos con su artífice, María Di Pace, quien fuera decana del Instituto del Conurbano en los orígenes de la UNGS. La visitamos en su casa de Vicente López, donde —ya retirada de la actividad académica y dedicada a la pintura y al estudio de literatura y cine— se encuentra muy bien tras superar problemas de salud. En la conversación, reconstruye aquella apuesta pionera en el segundo cordón noroeste del conurbano, interpreta las urgencias del presente regional y nacional, y traza desafíos para la nueva Tecnicatura Universitaria en Gestión Ambiental, hoy en trámite.

Una carrera pionera
El primer tramo de la charla vuelve a los inicios: el porqué de una carrera en ecología urbana cuando el campo ni siquiera se asomaba en la agenda universitaria argentina y el AMBA crecía con fuertes asimetrías socioambientales. “Creí y sigo creyendo en la importancia del enfoque ecológico, en las interrelaciones, para el tratamiento de la compleja problemática de las ciudades”.

María recuerda los debates curriculares fundacionales, los convenios con municipios y organizaciones territoriales para realizar diagnósticos ambientales, y la decisión estratégica de la Universidad de anclar la formación y la investigación en problemas reales de la periferia metropolitana. “La UNGS identificó grandes áreas en las que centrarse: la industria, el conurbano, la situación ambiental donde viven y trabajan más de un tercio de la población del país”.

Las pinturas que cubren las paredes de su casa añaden un contrapunto sensible: evocan naturalezas transformadas, un río que fluye, un paisaje vernáculo; procesos en permanente movimiento. Es una forma personal de representar el territorio que propone una pedagogía de la observación —ver, pensar, sentir— y humaniza el abordaje de los problemas ambientales que enfrenta particularmente el conurbano y transmite una impronta universitaria comprometida con su realidad.

Al poner de relieve sus facetas ecológico-urbanas, se reconocen tres rasgos fundantes de la carrera: problemáticas situadas (articulación entre conocimiento y acción pública para mejorar condiciones de vida y cuidado de la naturaleza), interdisciplinariedad (cruce entre ciencias naturales, ciencias sociales, sustentabilidad y diseño de políticas, con prácticas en territorio) y vinculación pública-privada-comunitaria (trabajo con gobiernos locales, empresas de servicios y actores sociales para integrar docencia, investigación y acción).

En palabras de María, la carrera fue un punto de partida que, con el tiempo, sumó agendas y profundizó su rigurosidad científica, su anclaje territorial y su vocación pública. Hoy, temas como economía circular, reservas naturales urbanas, restauración de humedales, producción agroecológica, manejo de cuencas, gestión integral de residuos, salud ambiental demandan perfiles que integren conocimiento y experiencia, y que conviertan esa articulación en gestión efectiva de políticas y proyectos.

La nueva Tecnicatura en Gestión Ambiental
A tres décadas de la puesta en marcha de la carrera de Ecología Urbana / Ecología, el panorama regional y nacional exhibe continuidades y rupturas: persisten viejos problemas mientras emergen nuevas agendas. El cuadro de la gestión ambiental actual, atravesado por el cambio climático, combina riesgos naturales, manejo de recursos estratégicos, dispersión y fragmentación urbana, degradación del hábitat y conflictos por el agua, la energía, el suelo, la biodiversidad y los residuos. A ello se suma un debate sobre negacionismo climático —signado por definiciones del marco gubernamental nacional— y tensiones en torno al uso y la explotación de recursos, que condiciona prioridades y capacidades estatales.

En este contexto, la nueva Tecnicatura Universitaria en Gestión Ambiental (en trámite) se proyecta como una carrera corta, técnica y profesional, orientada a necesidades concretas de municipios, agencias públicas, pymes y cooperativas. La Tecnicatura retoma ese espíritu fundante —rigor, territorio y vocación pública— para formar capacidades concretas donde los desafíos son más urgentes.

El diálogo orienta la definición de tres desafíos para el diseño y la puesta en marcha de esta oferta formativa.

  1. Perfil de egreso operativo. Competencias en monitoreo ambiental, gestión y análisis de datos, normativas básicas, estudios de impacto ambiental, evaluación de riesgos y uso de sistemas de información geográfica, entre otras.
  2. Articulación con políticas y actividades económicas. Prácticas profesionalizantes situadas en organismos locales y regionales, agencias públicas, empresas, cooperativas y organizaciones sociales con capacidad de vinculación.
  3. Enfoque socioecológico y de justicia ambiental. Priorización de las desigualdades en el acceso a infraestructuras y en la gestión estratégica de los recursos naturales, incorporando perspectiva de género y de integración del hábitat popular.

En este punto, resulta contundente la reflexión de María Di Pace: “Los problemas ambientales de la Argentina… los obstáculos que enfrenta no son esencialmente materiales sino fundamentalmente políticos… de gestión… y de un Estado presente y eficiente comprometido con su sociedad …”.

En definitiva, el horizonte que anima la Tecnicatura es formar perfiles capaces de integrar evidencia y experiencia, y de traducir ese conocimiento en capacidades técnicas y gestión efectiva de políticas y proyectos; un punto de partida que amplía agendas sin perder anclaje territorial, solidez metodológica y vocación pública.

Una puerta abierta
La conversación con María no solo nos brindó un balance de la carrera sino que confirmó la apuesta formativa en gestión ambiental: la ecología —ecología urbana, agroecología y ecología general— es a la vez formación universitaria técnica y teórica, gestión y cultura pública.

Entre lienzos y libros de su casa —con derivas personales propias de una gran conversación—, su charla nos recordó que ambiente, territorio y ciudades se gestionan con investigaciones aplicadas, formación profesionalizante y también con mucha sensibilidad; y que la universidad cumple su misión fundacional cuando forma capacidades allí donde los desafíos son más urgentes.

Esta nota es, modestamente, un agradecimiento a quien abrió camino y nos enseñó que la ecología urbana es ciencia, gestión y sensibilidad al servicio de lo común. Hablamos de su vuelta a la UNGS el año que viene para dar una charla a jóvenes estudiantes, ojalá en el marco del lanzamiento de la nueva Tecnicatura en Gestión Ambiental. La puerta queda siempre abierta para el reencuentro.

 

Por Leonardo Fernández
Primer egresado en Ecología urbana de la UNGS y
actual director de la Licenciatura en Ecología del Instituto del Conurbano de la UNGS.

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