Resumen: Se trata de una investigación empírica sobre el consumo de cine en la Argentina. El núcleo de la misma está constituido por el análisis de dos encuestas en donde se entrecruzan variables e información contextual a fin de comprender cuáles son los factores que habilitan (o no) la concurrencia a las salas. El análisis de estas encuestas está precedido por una perspectiva histórica que se sustenta en la compilación de estadísticas desde mediados de siglo XX hasta la actualidad. Esta perspectiva permite poner en cuestión ciertas creencias generalizadas sobre el espectáculo cinematográfico —en particular las que anuncian su ―muerte‖ como resultado del aumento del consumo hogareño—. Se argumenta que el fenómeno se ha reconfigurado y que ello obliga a renovar las herramientas conceptuales y teóricas para estudiarlo. Los públicos encuestados son estudiantes universitarios de distintos puntos del país, por un lado, y habitantes del Conurbano Bonaerense en general, por el otro. En el primer caso, dada su especificidad (altos niveles de capital cultural y de participación en los consumos culturales), es posible identificar un espacio de diferencias aun en un público relativamente homogéneo y muy asiduo a los cines. En el segundo caso, al tratarse de una población marcada por fuertes contrastes socioeconómicos, se aborda una cuestión fundamental que es la desigualdad en el acceso al cine; como agregado, se ofrece una lectura sobre un territorio poco abordado en lo que refiere a su vida cultural. Finalmente, se presenta un aporte al campo de los consumos culturales a partir de una reflexión teórica que revisa textos clásicos e introduce contribuciones más recientes. Dado que lo social está atravesado por flujos globales de información y comunicación, resulta imprescindible reflexionar sobre la ―conectividad‖ a la hora de pensar los consumos culturales en el siglo XXI.