Entre traiciones ajustes de cuentas y muertes injustas. Una etnografia sobre ...

Entre traiciones ajustes de cuentas y muertes injustas. Una etnografia sobre ...

Instituto de Ciencias

Entre traiciones ajustes de cuentas y muertes injustas. Una etnografia sobre las clasificaciones, los valores morales y las practicas en torno a las muertes violentas.

Esta tesis se pregunta, en términos generales, por un conjunto de clasificaciones de muertes violentas aparentemente inscriptas fuera de los contextos políticos, o bien, que no podrían ser encuadradas en el ‘fenómeno de la inseguridad’ -por lo menos bajo los naturalizados modos actuales-. Aquí pueden encontrarse por ejemplo las muertes por ajuste de cuentas, las ejecuciones nunca bien esclarecidas, o muertes producidas por la policía, que involucran antes bien conflictos grupales, vecinales, sociales y otras maneras ‘violentas’ de regularlos. A partir de una investigación etnográfica realizada en dos barrios de la ciudad de Córdoba, Argentina, se analizan las clasificaciones sociales sobre las muertes violentas, los valores morales y las prácticas que se ponen en juego entre sus allegados (familiares, vecinos, amigos y conocidos), para tornar esas muertes condenables, visibles y/o denunciables. Se parte de aquellas muertes violentas en las que ciertos valores morales aparecen más legitimados socialmente desde el punto de vista de los actores para clasificar y jerarquizar esas muertes y a las personas en ellas involucradas. La mirada se dirige especialmente a comprender a los allegados que no se unen a instituciones u organizaciones especializadas, dado que el acceso a esos entramados de relaciones nos permiten estar atentos a otros participantes silenciados o invisibilizados en el espacio social; así como también indagar sobre otras formas de organización y maneras diversas de regular los conflictos suscitados a partir de una muerte violenta. Para ello, se abordan los procesos sociales, políticos y económicos históricamente conformados que atraviesan las clasificaciones que describo, y más específicamente cierta rutinización de las muertes de los más jóvenes –y sobre todo de varones-, para comprender los tejidos donde se producen las contiendas morales de los actores. Veremos cómo una muerte violenta pasa a ser objeto privilegiado de juicios morales por parte de los allegados al muerto, y por un conjunto de personas más o menos conocidas. A partir de estas muertes, se activan ciertos mecanismos de distribución de acusaciones que asignan responsabilidades y culpas, y se pergeñan defensas y contra-acusaciones construyendo, en forma dinámica, distancias espaciales, sociales y simbólicas entre allegados, matadores y sus familiares. He encontrado que las clasificaciones se fundamentan sobre contenidos morales, se definen relacional e interdependientemente e involucran tensiones, ambigüedades y contrapuntos entre valores morales familiares, barriales y asociativos. En las redes de relaciones a las que accedí en barrio Villa El Libertador, las disputas por las clasificaciones sociales de las muertes se hallan tensionadas entre las muertes injustas y las muertes por ajuste de cuentas. Como las primeras son aquellas muertes moralmente legitimadas por algunos de sus habitantes para reclamar en el espacio público –dadas también sus inclusiones en lo que llamo La Asociación-, el trabajo de algunos familiares consiste entonces en otorgar reputación al muerto –y por ende a sí mismos-, reputación de la cual parece depender esa clasificación. En Villa El Nailon, las muertes allí descriptas nos instan a comprenderlas a la luz del entramado de interdependencias que unen a los actores, haciendo hincapié en cómo esta misma trama es concebida por los habitantes de la villa y en la manera en que ciertos valores se tornan o no vinculantes para los actores. Los conflictos producidos a partir de las muertes como las que abordo –sobre todo a partir de una muerte por la traición de un ‘amigo’-, y las acusaciones colectivas que se activan, dan cuenta de determinados valores morales en tensión entre jóvenes y adultos. Finalmente, se establece una serie de comparaciones entre las diversas formas de significar una muerte y de tornarla más o menos pública, a partir de las demarcaciones espaciales, de actividades, imágenes y de distintos objetos que se ponen en escena durante específicos ciclos de visibilidad. Veremos cómo la noción generalizante de ‘Justicia’ sobre la que algunos buscan inscribir el reclamo, implica un trabajo social que construye jerarquizaciones morales diferenciadas que restringen las posibilidades de participación. Las superposiciones de lazos y roles –madres, vecinos,miembros de la Asociación, amigos, familiares-, sus densidades y valoraciones, posibilitan, no obstante, operar sobre el reclamo de acuerdo a los contextos, ampliando o constriñendo las posibilidades de visibilidad pública, otorgando dinamismo tanto a lo político como a las clasificaciones y sentidos sobre la muerte misma. En otros casos, las espacializaciones de la muerte pretenden extender el conflicto a toda la comunidad, resignificando las muertes y los conflictos que suscitan, de modo que no se erijan como muertes deshonrosas ni anónimas.

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