Instituto del Conurbano

ico

Novedades ICO

Instituto del Conurbano

ico

Novedades ICO

Novedades ICO

Jueves 24 de septiembre de 2020

Rol clave de los sindicatos en la prevención del COVID-19 en el AMBA

La UNGS presentó los avances del eje “trabajo y empleo” de la investigación Prevención y monitoreo del COVID-19 en municipios del Conurbano Bonaerense desde una perspectiva multidimensional.

La primera etapa de trabajo se desarrolló entre entre julio y agosto en el Área Metropolitana de Buenos Aires y contó con 25 entrevistas a referentes sindicales en ejercicio en su cargo.

La importancia de la actividad sindical

Osvaldo Battistini, Cecilia Anigstein y Verónica Maceira, investigador e investigadoras docentes de la UNGS y responsables de la línea de investigación, plantean la importancia de la actividad sindical para la realización y cumplimiento de protocolos en lugares de trabajo durante la pandemia.

“La labor de los delegados y las delegadas ha sido fundamental para visibilizar, informar y vehiculizar acciones como los protocolos o las protestas; para garantizar el aislamiento de contactos estrechos y el cierre de locales de atención al público”, señalan el y las investigadoras.

El equipo contrasta el rol de los sindicatos con el comportamiento de una gran parte de los empleadores privados: “No se mostraron propensos a la puesta en marcha de dichos protocolos y, en algunos casos, hasta presentaron reticencias para brindar los medios necesarios para el normal desarrollo de las medidas protectoras”. En su informe preliminar, indican que los sectores más afectados son: “Salud, industria alimenticia, textil, calzado, hipermercados, telecomunicaciones y las sucursales bancarias”.

El estudio advierte sobre el déficit de control por parte del Estado provincial en esta área. La mayor parte de los referentes sindicales entrevistados coinciden en el bajo número de inspectores disponibles para tal tarea a partir de la fuerte reducción en la cartera de trabajo implementada por la gestión anterior en la Provincia de Buenos Aires. En las delegaciones sólo se realizan audiencias por zoom por falta de personal. No obstante, en medio de la pandemia asumieron nuevas autoridades, por lo que una parte de los informantes consultados sostiene la expectativa de un cambio en la orientación de las políticas.

Los principales conflictos laborales referenciados por la investigación tienen que ver con el incumplimiento de los protocolos de prevención, la falta de insumos de seguridad frente al nuevo coronavirus y la negación de licencias de personal considerado población de riesgo.

La situación en el sistema de salud

Del relevamiento surge la mención a la crisis que vive el sistema de salud en el país y que la pandemia puso en evidencia. Los testimonios de distintos representantes de trabajadores y trabajadoras del sector destacan la insuficiencia de insumos necesarios para el cumplimiento integral de las medidas de prevención, hecho más notorio en determinados hospitales municipales del conurbano. Otro factor señalado es “la ausencia de instalaciones que brinden seguridad sanitaria a los y las trabajadoras”.

“En tiempos en que es necesario reducir al máximo los factores de riesgo, el personal de estos nosocomios, obligado a trabajar durante jornadas agotadoras, no cuenta con espacios adecuados para su descanso”, profundizan los y investigadoras a partir de las entrevistas realizadas.

Queda reflejada en el relevamiento, la sobrecarga de trabajo que existe sobre los trabajadores y trabajadoras de las distintas instituciones públicas de salud. Esto se suma a la situación de pluriempleo propia del ámbito que acarrea diversos riesgos en el escenario actual: “Por un lado, el peligro del traslado del virus de un espacio de trabajo a otro y, por otro lado, el desgaste físico de los  trabajadores y las trabajadoras, que puede repercutir directamente en la eficiencia de su trabajo frente a los enfermos”.

Al mismo tiempo, se destaca que en el contexto de la pandemia la Provincia de Buenos Aires incorporó formalmente al sistema a 5.890 trabajadores y trabajadoras precarizados, profesionales y no profesionales. En los hospitales provinciales se conformaron comités de crisis con participación sindical, procesos facilitados en muchos casos por el cambio de autoridades con el nuevo gobierno. El equipo responsable de la investigación aclara que la situación es distinta en hospitales municipales, clínicas privadas y hospitales provinciales.

Los límites del teletrabajo

Finalmente, la investigación arroja que la utilización del trabajo remoto o teletrabajo -modalidad que se expandió con el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio- adquiere carácter masivo y generalizado en el sector de servicios. El estudio constata que en la mayor parte de los casos el equipamiento, la conectividad, la energía eléctrica es provista por los propios trabajadores/as. “Se registra casi de manera generalizada una extensión de las jornadas laborales e incumplimiento de los Convenios Colectivos de Trabajo”, completa el equipo de la investigación.

Las y los investigadores destacan, en relación a esta modalidad, la crisis de los cuidados y las enormes dificultades que experimentan trabajadores y, espacialmente, trabajadoras con personas a cargo para lograr conciliar responsabilidades laborales con vida personal y familiar en un contexto de confinamiento. Advierten, además, que en ninguno de los casos relevados se han logrado respuestas satisfactorias.

Jueves 24 de septiembre de 2020

"La tierra que se ocupa es la que descartó el mercado" | María Cristina Cravino en Página/12

En una entrevista para Página/12, la antropóloga urbana María Cristina Cravino, investigadora docente del Instituto del Conurbano de la UNGS, repasa la historia de las tomas de tierras en la Argentina, explica sus causas profundas y analiza la situación durante la pandemia. También habla sobre los mitos y prejuicios en torno al fenómeno.

Leer la nota completa
Página/12 | 21 de septiembre de 2020
"La tierra que se ocupa es la que descartó el mercado"

Miércoles 23 de septiembre de 2020

Nuevos cursos del Doctorado en Ciencia y Tecnología

Durante el segundo semestre de 2020 se dictarán los siguientes cursos en el marco del Doctorado en Ciencia y Tecnología de la UNGS. Los cursos están destinados a estudiantes del doctorado y también de otros posgrados afines.

Consultas
infodcyt@campus.ungs.edu.ar

Miércoles 23 de septiembre de 2020

Barrios por la salud: El desafío de trabajar junto con las organizaciones

Varios equipos de investigación y docencia de los cuatro Institutos en los que se organiza la vida académica de la Universidad vienen desarrollando distintas iniciativas en relación con el escenario de pandemia y aislamiento que vive el país en general y el conurbano en particular. A veces, estas iniciativas se despliegan en el marco de las múltiples líneas de financiamiento y apoyo que viene ofreciendo el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, sobre las cuales hemos ido informando a los lectores y las lectoras en este mismo número especial de Noticias UNGS. A veces, permiten la articulación entre los esfuerzos de varias universidades públicas, o de la Universidad con organizaciones sociales del territorio. Todas esas características presenta el proyecto “Barrios por la salud”, del que se habla en esta nota.

El territorio: lugar del problema y también de la solución
La pandemia por el COVID-19 es un fenómeno inédito en su alcance y en sus impactos sobre la salud, los sistemas sanitarios, la economía y la vida cotidiana de las personas, familias y comunidades. Superada la sorpresa de los primeros meses, el avance de los contagios y su impacto en territorios segregados reenviaron la atención hacia los barrios y sus actores, las organizaciones de base territorial.

Diversos estudios y relevamientos (ICO-UNGS “El Conurbano en Cuarentena. Informe sobre el relevamiento en barrios populares” Informe I, II y III, de abril, mayo y setiembre de 2020 respectivamente; ICO-UNGS, FLACSO y CEUR-CONICET, “Territorios en acción”) vienen mostrando el papel que desempeñan las organizaciones sociales en asistencia alimentaria a través de ollas populares, comedores y merenderos y otras tareas de ayuda social; desde hace varios años, pero particularmente desde que se declaró la pandemia e implementaron las medidas de distanciamiento social.

El avance de los contagios en los barrios populares de la Región Metropolitana de Buenos Aires tropezó con problemas estructurales prexistentes en materia de hacinamiento y de servicios básicos de saneamiento en las viviendas. Desde los distintos niveles (nacional, provincial y municipal) se organizaron estrategias para controlar focos y prevenir contagios masivos: operativos de detección, rastreo y aislamiento (particularmente el DETecTar, Dispositivo Estratégico de Testeo para Coronavirus en Territorio de Argentina), medidas para la administración del aislamiento social y campañas de prevención (uso del tapabocas, distancia física, lavado de manos), entre otras.

En pocos meses, las autoridades sanitarias generaron recomendaciones orientadas a modificar (hasta que se cuente con vacunas seguras) hábitos, rutinas y formas de sociabilidad de las personas, familias y comunidades para evitar los contagios. Generar cambios conscientes en la vida cotidiana es uno de los desafíos más importante que enfrenta la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad. Para ello es necesario ofrecer información válida y confiable para que las personas puedan adoptar con autonomía medidas de cuidado individual y colectivo.

Las experiencias y aprendizajes en salud comunitaria muestran el potencial que tienen, junto a los equipos del primer nivel de atención, los y las referentes de las organizaciones sociales para transmitir medidas de cuidado y traducir su importancia al contexto particular de cada barrio, con la finalidad de producir cambios en la vida cotidiana al interior de las viviendas, en los comercios, en las esquinas, en los comedores, en los espacios de encuentro y en el transporte público.

No siempre es fácil en estos lugares aplicar las recomendaciones y medidas de cuidado. Por esa razón, no alcanza con “conocerlas”; es imprescindible comprender su sentido e importancia, entender sus fundamentos, poder referirlas a lo colectivo y encontrar el modo de llevarlas adelante, aun cuando no estén garantizadas las condiciones materiales para hacerlo.

De la demanda al proyecto institucional
Tributario de estas preocupaciones y aprendizajes, el proyecto “Barrios por la Salud” se propuso capacitar y producir herramientas de comunicación para y con quienes están asistiendo y acompañando a las vecinas y los vecinos en los barrios. El proyecto surgió, apenas desatada la pandemia, por iniciativa de un conjunto de organizaciones del partido de José C. Paz, y comenzó a cobrar forma de proyecto institucional en los equipos de la Universidad.

Bajo la coordinación de Magdalena Chiara, investigadora docente del Instituto del Conurbano (ICO) de la Universidad, participan de la propuesta investigadores y docentes, graduados/as, estudiantes y no docentes de los Institutos del Conurbano (ICO) y del Desarrollo Humano (IDH) de la UNGS y del Instituto de Estudios Sociales en Contextos de Desigualdades (IESCODE) de la Universidad Nacional de José C. Paz, gracias al apoyo financiero del Programa de Articulación y Fortalecimiento Federal de las Capacidades en Ciencia y Tecnología COVID-19 del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación. El proyecto contó también con el aporte del Instituto de Industria (IdeI) de la UNGS, que elaboró las máscaras que se entregan junto a los tapabocas, insumos de protección y materiales didácticos.

Como resultado de la convocatoria motorizada por las organizaciones sociales de José C. Paz, se inscribieron noventa personas, en su mayoría involucradas en las organizaciones sociales del distrito, a lo que se suman algunos/as representantes del municipio y otros organismos estatales.

La capacitación es una estrategia fundamental del proyecto y el Curso de Promoción de la Salud COVID-19 para referentes de las organizaciones sentó las bases de la propuesta. Desde las concepciones y herramientas de la educación popular, busca fortalecer el trabajo que vienen sosteniendo las distintas organizaciones y sus referentes barriales aportando conocimientos y saberes para asistir y difundir medidas de cuidado, acompañar y orientar a los vecinos y vecinas en los barrios.

Más de 30 organizaciones sociales y organismos estatales fueron promotoras de la iniciativa que alcanzó a casi la totalidad de los barrios paceños. Con ellas se pensaron los contenidos del curso, se organizó la secuencia de trabajo y fueron las organizaciones las responsables de proponer a los y las participantes. Adriana Rofman, Viviana Colella y Rodrigo Barrios (ICO/UNGS) estuvieron a cargo de esta tarea.

Organizaciones sociales

Organismos estatales

Hacer educación popular a pesar del aislamiento
El curso integra conocimientos técnicos sobre Covid-19 con saberes prácticos vinculados a la prevención en el marco de información provista por los Ministerios de Salud de la Nación y de la Provincia de Buenos Aires. Incluye además saberes ligados a la escucha atenta y la construcción de vínculo empático para el abordaje de situaciones críticas cuya gravedad se profundizó en el contexto de la pandemia y el aislamiento.

El equipo docente está compuesto por dos capacitadores con experiencia en educación popular y una sólida inserción y conocimiento del territorio, Daniel Sambrana (Radio FM Tinkunaco) y Cecilia Falcón (Organización “El Gallo Rojo”, Barrio Obligado), bajo la coordinación de Silvina Feeney y la asistencia de Marcelo Ochoa, ambos del IDH de la UNGS.

Dadas las condiciones de aislamiento y los riesgos que implican los encuentros presenciales, la capacitación se realizó bajo la modalidad virtual, combinando instancias sincrónicas con actividades de lectura y reflexión independientes. La pregunta y desafío principal del trabajo fue mantener las orientaciones de la educación popular en espacios no presenciales.

Se trabajó en base a un grupo cerrado de Facebook que funciona como “aula virtual” y a cuatro encuentros semanales sincrónico compartiendo videos, audios y piezas gráficas; los encuentros se transmitieron por streaming a través del grupo a través de Facebook. De manera complementaria, se utilizaron listas de difusión de Whats Up para envío de piezas decomunicación y capacitación y notificación de novedades. De este modo, se construyó una conversación seria, respetuosa y empática usando de manera complementaria tres medios digitales.

Durante cuatro semanas, entre el 18 de agosto y 10 de setiembre, los encuentros recorrieron distintos temas; “cómo cuidarnos en el barrio”, la “identificación de caso sospechoso”, “cómo proceder frente a estas situaciones” y el “cuidado de los y las referentes” en los centros comunitarios, comedores y merenderos estuvieron en el centro del trabajo en las distintas semanas. Diez herramientas de capacitación y comunicación elaboradas por el equipo bajo la coordinación de Georgina González Gartland (IDH) acompañan estos ejes de contenidos, organizando información de manera didáctica a partir de preguntas planteadas desde la perspectiva de los y las referentes barriales.

En estos espacios se fueron entramando los conocimientos aportados por el equipo docente con las experiencias que trajeron los y las referentes de las distintas organizaciones para acompañar y orientar a los vecinos y vecinas en los barrios. Las recomendaciones fueron “traducidas” a las que el barrio necesita para mejorar la entrega de viandas, cocinar en las ollas, hacer filas en los negocios, cuidar a los y las jóvenes, cuidarse como referentes.

En el último encuentro, se terminó de confeccionar un “protocolo colectivo” para el trabajo desde las organizaciones. Se presentaron además videos y micros con recomendaciones de cuidado, mensajes a los vecinos y vecinas de los barrios elaborados por los y las participantes del curso.

El curso abrió un espacio de conversación e intercambio que acompaña un momento muy doloroso para quienes habitan y sostienen la vida en los barrios populares. Las experiencias de los y las referentes revelan historias de lucha, caídas y vueltas a empezar; pérdida de afectos, de referencias, de cuidados. El espacio del curso puso en valor el trabajo que hacen y vienen haciendo desde todos los tiempos. A pesar de la virtualidad y gracias a ella, pudieron encontrarse con quienes hacen lo mismo y en ese diálogo, sentirse acompañados.

Este trabajo colectivo abre una nueva etapa para el proyecto que busca ahora desbordar los límites geográficos y compartir con otras organizaciones los recursos de comunicación producidos por el proyecto y otros a elaborar en base a la producción de los y las participantes.

Magdalena Chiara y Silvina Feeney

Facebook: @barriosxlasalud
Email: barriosporlasalud@campus.ungs.edu.ar

* La nota fue publicada el 15 de septiembre de 2020 en la edición de la revista Noticias UNGS

Miércoles 23 de septiembre de 2020

Argentina, ¿fábrica de cerdos?

Organizados por estudiantes de la Licenciatura en Ecología de la UNGS, se llevaron a cabo dos encuentros para debatir sobre la eventual instalación en nuestro país de granjas para criar ganado porcino que se exportaría –según se ha anunciado en estas últimas semanas– a China. Con la participación de especialistas nacionales y de otros países de Latinoamérica se analizaron las características y posibles efectos económicos y ambientales de esta iniciativa.

En las últimas semanas circuló una noticia que los medios titularon “Acuerdo con China”, “Fábricas de cerdos para China” o “Plan para exportar cerdos a China”, y que enseguida despertó numerosas y diversas valoraciones, tanto positivas como negativas. Por un lado, en efecto, un convenio con China para instalar granjas de cerdos y luego exportar la carne a ese país traería divisas a Argentina y generaría puestos trabajo, dos cosas que en estos tiempos escasean; por otro, la iniciativa podría acarrear un impacto ambiental que, según los especialistas, afectaría a los cuerpos de agua, a las poblaciones cercanas y a los suelos, y porque aceleraría la degradación de los recursos naturales.

Atendiendo a la urgencia y necesidad de debate en el ámbito académico, el Grupo de Reflexión y Acción Ambiental “Ana Zabaloy”, integrado por estudiantes de la Licenciatura en Ecología del Instituto del Conurbano (ICO) de la Universidad, promovió la organización de dos encuentros virtuales. El primero, “La producción de cerdos para China, modelos en disputa”, contó con el apoyo técnico de la Secretaría de Tecnología y Desarrollo Social de la Universidad. Y el segundo, “La producción porcina y sus impactos: perspectivas y experiencias en América Latina”, estuvo acompañado por la Secretaría de Investigación del ICO. En los encuentro participaron destacados especialistas nacionales como Myriam Gorban, Pedro Peretti, Damián Marino y María Angélica Kees, y latinoamericanos como Ana de Ita y Ramón Vera.

El docente investigador del ICO y moderador de las charlas Andres Barsky remarcó que “la problemática sobre la intensificación ganadera, en este caso porcina, constituye actualmente una cuestión de gran relevancia para un país productor y exportador de commodities alimentarias como Argentina”. Recordó también algunos antecedentes de proyectos que han tenido impactos ambientales notables: uno es el caso de “la producción avícola, muy arraigada en provincias como Entre Ríos y Buenos Aires”; el otro, el de “la implantación de los feedlots vacunos (establecimientos de engorde a corral), que se han implementado en distintas zonas de la pampa húmeda”.

Cambiar el modelo productivo
El tono general de ambas charlas fue de rechazo al proyecto de instalar fábricas de cerdos en el país por su potencial impacto negativo, tanto ambiental como socioeconómico. En la primera, Carlos Vicente, miembro de GRAIN Internacional, advirtió sobre los efectos socioambientales que este tipo de proyectos pueden tener a largo plazo: “no estamos hablando solo de producir cerdos y alimentos, esto es un proyecto corporativo para producir de manera industrial carne para exportación en ‘fábricas de cerdos’”. En la misma línea señaló algunos aspectos del proyecto que considera “críticos”: “el consumo del agua, que en las zonas donde se proyecta instalar estas fábricas ya es escasa; la cría industrial del cerdo, que produce millones de toneladas de excremento que afectarán las napas de las poblaciones cercanas. Estos criaderos son lugares de mutación de virus y producción de posibles zoonosis y, además, las enormes cantidades de antibióticos que se usan, generan resistencia microbiana”.

Diego Merlo, pequeño productor de la localidad de General Rodríguez, consideró que el proyecto de exportar cerdos a China representa una oportunidad única para discutir las políticas agropecuarias en el país. En este sentido, se expresó sobre el modelo productivo actual: “hoy tenemos un modelo dominante concentrado en muy pocas manos con mucha superficie de tierra que produce solamente grandes volúmenes de granos, de los cuales el 70% se exporta sin agregar valor, ni dar trabajo, ni generar desarrollo”. El chacarero y miembro de Movimiento Arraigo, Pedro Peretti, apuntó que el proyecto “no tiene ningún otro objetivo más que resolver el problema logístico de un minúsculo puñado de terratenientes que producen ocho millones de hectáreas de maíz sobre tierras que fueron previamente deforestadas”: estas granjas, instaladas en el norte argentino, usarían los granos producidos en esa región para alimentar a los cerdos. Además, Peretti se refirió a las desigualdades estructurales que propone el actual modelo de producción: “el gran triunfo cultural de la oligarquía terrateniente fue invisibilizar el latifundio como una unidad productiva absolutamente contraindicada en la economía argentina. Este proyecto es profundamente neocolonial”, agregó.

Miryam Gorban, militante histórica y titular de la Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria de la Universidad de Buenos Aires, rechazó el proyecto para producir cerdos para China en unas pocas “megagranjas” y propuso en cambio que se pongan en marcha “centenares de granjas y chacras mixtas en todo el país”. Si bien el país necesita divisas, Gorban explicó que estas “no solo deben salir de la soja, tenemos otros recursos. ¿Qué país en el mundo tiene una variedad climática como la de Argentina, que permite todo tipo de producción? Bajemos la bandera de la república sojera y levantemos la bandera de la república que produce alimentos sanos, seguros y soberanos para nuestro pueblo y para el resto para el mundo”. En ese sentido, defendió la idea de conformar “cinturones verdes” alrededor de cada municipio del Conurbano: “que cada partido tenga su tambo, su matadero o faena artesanal y su gallinero, produzcamos local y consumamos local”.

La segunda charla tuvo un componente internacional, ya que contó con expositores de México y Brasil, donde este tipo de proyectos ya llevan varios años, lo que permite medir su impacto ambiental. María Angélica Kees, ingeniera agrónoma que trabaja en el gobierno de la provincia del Chaco, brindó un panorama histórico y geográfico de la degradación ambiental de la región del Gran Chaco, zona donde se prevé instalar las granjas de cerdos. “Cuando llegan los externos al territorio se impone un modelo fuerte de extractivismo, que en una primera etapa significó la masacre de los pueblos originarios y una guerra que la República consideró ganada en 1914. El extractivismo se libra contra las personas, contra los recursos naturales y contra los animales. Esto nos lleva a una situación compleja en la que se pierden bienes y servicios ecosistémicos y el saber de miles de familias que han tenido que migrar a las ciudades”.

Ana de Ita y Ramón Vera, ambos mexicanos dedicados a investigar los efectos de estas megafábricas, coincidieron en señalar las graves consecuencias que estos emprendimientos generan a largo plazo: “la forma de producción fabril del ganado es una de las principales creadoras de los nuevos virus que amenazan a la humanidad. Pero la agroindustria no admite críticas y pretende mantenerse con las mismas formas de producción, expandir sus capacidades a sitios donde no está instalada aún y no quiere que nadie cuestione su modo de producción”. Ante la pregunta sobre los posibles beneficios, coincidieron en que si bien puede generar un incremento en el PBI agrario y una mayor oferta de estos productos para el consumo interno, también se observa un fenómeno de desplazamiento de poblaciones y un trasvasamiento de empleos. Mientras la población que trabaja de forma independiente disminuye en estas regiones, aumenta el trabajo precario en muy malas condiciones, “con altas temperaturas y rociados de antibióticos y agrotóxicos”, destacó Vera.

Acuerdo comercial entre China y Argentina
Si bien en Argentina la carne vacuna ocupa el primer lugar en preferencias, a nivel mundial la carne más consumida es la porcina. El país que encabeza este ranking es la República Popular China. El año pasado, el país asiático sufrió un brote de la Peste Porcina Africana que los obligó a sacrificar millones de cerdos para poder contener el virus. Según la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), fueron casi 7 millones de muertes en Asia, que concentra el 82% de los decesos. Otros datos indican que pese a todo esto y a la pandemia por COVID-19, el consumo de cerdo entre los chinos no ha disminuido, e inclusive aumentó, porque las personas tienden a quedarse en sus casas y cocinar platos en base a esta carne. En ese contexto, China busca países dispuestos a producir y exportar para ellos. Argentina podría ser uno de ellos: a través de su Cancillería, prevé firmar un memorándum de entendimiento con el país asiático para la instalación, en las regiones del noroeste (NOA) y el nordeste (NEA), de 12 granjas productoras de carne de cerdo para exportación. En las últimas horas la Cancillería argentina anunciaba en su cuenta de Twitter: “hemos incorporado especialmente al memorándum un artículo donde se asegura el respeto de las leyes de protección ambiental, los recursos naturales y la bioseguridad. Por eso, su firma se atrasará hasta noviembre”.

Algunos números pueden aclarar el panorama: se estima que en los próximos cuatro años se criarán 300 mil cabezas a partir de 12.500 madres, con una inversión total de 3.800 millones de dólares. La inversión equivale a aproximadamente el 1% del PBI del año 2019 y alcanzaría para pagarle cuatro ediciones del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) a las 9 millones de personas que lo perciben hoy. Según estima el borrador del proyecto, se podrían crear 9.500 puestos de trabajo directo y exportar 2.500 millones de dólares por año. En un país que busca generar divisas para hacer frente a la crisis, esas cifras son atractivas. Sin embargo, la reacción social ante la posibilidad de la firma de este proyecto ha sido más bien de rechazo. Una fuerte campaña en redes sociales por parte de organizaciones e individuos no deja de gritar “No al acuerdo con China”, a medida que avanza la convicción de que la pandemia de Covid-19 que hoy padecemos no será la última que deba enfrentar la humanidad si se profundiza aún más el modelo de desarrollo productivo actual.

Micaela Zalazar Cuello

* La nota fue publicada el 15 de septiembre de 2020 en la edición de la revista Noticias UNGS

Miércoles 23 de septiembre de 2020

Podcast: fibra viva

¿Quién no ama las historias y quién no es un poco hacedor o hacedora de una épica biográfica? En una muñeca habita un mundo y en una manta tejida o un repasador bordado se traman anhelos, broncas, amores y nuevos comienzos. Escuchando historias de trapos son tres episodios de podcast elaborados por el equipo de Espacio de Patrimonio Histórico Comunitario (EPHiCo), programa de la Secretaría de Cultura y Medios de la UNGS, en base a los talleres de historia oral y memoria llevados adelante entre 2018 y 2019 sobre idea de la artista visual Marga Steinwasser. Con el primer episodio recién estrenado, Noticias UNGS conversó con su productora, Nadia Salinas.

-¿Qué les llevó a elegir el formato podcast para transmitir estas historias? ¿Qué relación tiene con los objetivos de EPHiCo?

-Junto a Marga y Melanie Nuñez, en la edición y técnica, elegimos el formato por las circunstancias de pandemia y aislamiento que estamos atravesando, lo que nos llevó a repensar nuestros objetivos de trabajo para este año y a reinventarnos. El proyecto de Historias de trapos, archivo textil fue una propuesta muy enriquecedora que nos permitió escuchar historias sumamente interesantes del territorio. A los talleres de memoria oral, les asistentes llevaban uno o varios objetos textiles que eran la excusa para empezar a contar sus propias historias personales. Con todo ese material habíamos empezado a trabajar en la edición de un pequeño libro objeto compilando sobre todo imágenes y algunos relatos. Ese libro, como pasó con otras actividades, al comenzar el ASPO obviamente quedó en suspenso. Hacer los podcasts ha sido un gran desafío, pues no teníamos ninguna experiencia. Investigamos formatos y géneros, armamos guión, además de aprender las cuestiones técnicas, y sobre todo contamos con el excelente material que son los relatos en sí mismos.

Uno de los objetivos fundamentales del EPHiCo es devolver a las comunidades algo de lo construido colectivamente, por eso se nos ocurrió trabajar con podcasts. Este es un espacio que aspira a poner en valor, a reflexionar, visibilizar, escuchar recuerdos, prácticas, vida cotidiana de hombres y mujeres que habitan la zona de influencia de la UNGS. También buscamos poner en circulación y difundir las narrativas, conocimientos y testimonios que en general no tienen una escucha social en el territorio. Hay muy poca problematización, a nivel local, del pasado. Sólo existe la Historia de “grandes hombres”, acontecimientos cristalizados. Al trabajar con las historias de gente común, escenas de la vida que no son extraordinarias, buscamos alejarnos de la romantización de la historia, repensando el patrimonio cultural. Y lo hacemos explicitando también nuestra posición e ideología, no hay pretensiones de objetividad ni de cierre.

EPHiCo tiene formas particulares de hacer, procurando que la participación sea lo principal y generando espacios en los que el saber, el conocimiento, sea co-construido y circular. Trabajando en la comunidad pero sin idealizarla ni pensarla como algo homogéneo o estático. Los talleres de historia oral, de memoria, que realizamos convocan por tema o por barrio, por período histórico, a personas de la comunidad para compartir un té, unos mates, y escucharnos. En ese sentido el podcast nos permite poner a la historia oral en el centro de la escena, un contacto directo con la dimensión humana, el testimonio personal con toda su subjetividad. Así, estas voces no contempladas en la historia toman corporalidad, en un soporte que justamente destaca su dimensión audible, resonante. Esperamos que estas historias se incorporen además a otros ámbitos como recurso para seguir investigando y ampliando la mirada.

-¿Cómo trabajaron en la elaboración y elección de los relatos? ¿Qué hilos conductores hay entre ambos?

-Trabajamos con tres historias, aunque nos costó muchísimo elegirlas, porque todas son maravillosas. Priorizamos la potencia de los relatos pero sobre todo estos hilos conductores: protagonistas mujeres, experiencias atravesadas por la historia nacional y regional y que tuvieran resonancia actual por las problemáticas sociales que abordan. Pero no queríamos forzar el relato para adaptarlo al formato podcast, eso era una premisa. ¿Hasta dónde mi pregunta y repregunta no va a generar un relato distinto al original? Ese era nuestro mayor temor. Por eso, lo que buscábamos o nos imaginábamos debía ya residir en el relato mismo. Fue una buena estrategia trabajar los guiones con cada protagonista, justamente para no forzarlos. Para hacer la contextualización histórica con archivos de audio realizamos un trabajo de investigación buscando que fueran representativos del momento histórico, que hubieran tenido circulación social (discursos, noticieros, canciones, publicidades), pero también que se fueran entretejiendo con la voz de la relatora y de la protagonista. A la vez cuidamos, por ejemplo con la música, que ni les intérpretes ni las letras fueran contrarios a nuestros posicionamientos y premisas.

-En Historias de trapos, como en otras actividades del espacio, es predominante la participación de mujeres. ¿A qué le atribuyen esto?

-La gran mayoría de les participantes de los talleres de EPHiCo son mujeres, el 80 o 90%. En parte hemos buscado que así sea: llevamos adelante las actividades con organizaciones sociales barriales donde sabemos que se reúnen las mujeres porque nos interesa particularmente recuperar sus historias. La invisibilización de las mujeres en la historia, como protagonistas o como investigadoras, ha sido larga y aún persiste. A nivel de lo local es aún más fuerte: se las relega a lo doméstico y a roles de cuidado. Por ejemplo, nos han llegado muchas historias y fotografías de la creación o inauguración de sociedades de fomento, uniones vecinales o clubes en las que los hombres parecen ser los únicos protagonistas destacados. ¿Pero quiénes las acercaban? Esposas, hijas. Al entrevistarlas nos dábamos cuenta cuán activas habían sido ellas en las instituciones, en esa lucha por mejores condiciones de vida en los barrios. Por eso apuntamos a que aparezcan esas mujeres, para complejizar y pluralizar la historia.

Florencia Garofalo

El primer episodio ya se puede escuchar en Spotify y Anchor FM

* La nota fue publicada el 15 de septiembre de 2020 en la edición de la revista Noticias UNGS

Miércoles 23 de septiembre de 2020

Gráficos interactivos para visualizar datos de la actual pandemia de covid-19

Con el objetivo es facilitar el seguimiento del estado actual de la pandemia, el matemático Agustín Álvarez y la matemática Marina Fragalá, que investigan y dictan clases en el Instituto de Ciencias de la UNGS, desarrollaron dos gráficos interactivos que permiten visualizar casi en tiempo real algunos datos relacionados al covid-19.

Uno de los gráficos muestra el índice de letalidad del virus SARS-CoV-2, según el sexo y el rango etario, mientras que el otro realiza la comparación por provincia y edad del porcentaje de personas fallecidas y de los ingresos a terapia intensiva. Ambos están basados en datos publicados por el Ministerio de Salud de la Nación y se pueden consultar en el siguiente link: Herramientas de visualización de datos.

“En general buscamos hacer gráficos de cosas que nos llaman la atención. El gráfico Análisis de letalidad es una comparación de la letalidad del virus dependiendo el sexo y el rango etario. Habíamos oído que en otros países la letalidad era mayor en varones que en mujeres, sin embargo no es algo de lo que se hable mucho y nos pareció que era algo interesante para mostrar”, explica Álvarez que junto a Fragalá forman parte del Grupo de Estadística Aplicada a covid-19, convocado por el Instituto de Cálculo de la UBA, en cuyo marco desarrollaron estas herramientas que se suman a otras realizadas por colegas de distintas instituciones universitarias.

Para “describir lo que ocurre” a través de gráficos, Fragalá y Álvarez utilizan la estadística descriptiva, que según comentan, es la primera herramienta de la estadística para enfrentar un problema, ya que permite ver las características básicas de un conjunto de datos a través de su representación gráfica. “Básicamente la estadística descriptiva sirve para tomar decisiones, para comunicar, para concientizar, además provee un lenguaje común y que gran parte de la sociedad entiende”, asegura el matemático y agrega que además es “un lenguaje cómodo para los científicos porque no tiene ‘letra chica’ o supuestos”.

Si bien el y la matemática utilizan en sus investigaciones utilizan la estadística descriptiva para el análisis de datos, hasta el momento no la habían usado para comunicar. “En general se hace estadística descriptiva cada vez que uno quiere analizar conjunto de datos. Trabajamos con datos cuando queremos poner a prueba nuevos desarrollos y como docente enseño estadística descriptiva básica. Pero hasta la fecha no me había involucrado en la forma de presentar y describir los datos como se hace en este Grupo”, cuenta Fragalá.

Martes 22 de septiembre de 2020

Un diagnóstico de la región

Casi desde el comienzo del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO), un equipo del Instituto del Conurbano viene realizando una investigación en base a entrevistas a referentes territoriales para conocer cómo se vive la cuarentena y de qué manera impacta en los barrios populares. A través de tres relevamientos sucesivos, los investigadores y las investigadoras pudieron seguir de cerca cómo fue la organización y el crecimiento de comedores y de ollas populares y la implementación de instrumentos intervención social estatal.

Unos días después de que se decretara en la Argentina el aislamiento social y obligatorio frente a la pandemia por covid-19, un equipo del Instituto del Conurbano de la UNGS comenzaba a entrevistar a referentes barriales y comunitarios para conocer en qué condiciones se desarrollaba el aislamiento y distanciamiento social obligatorio en los barrios populares y cómo comenzaba a impactar en las condiciones de vida de los hogares del Conurbano.

El primer relevamiento se realizó en el marco de un operativo impulsado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación, pero las y los investigadores de la UNGS seguían recibiendo testimonios, así que decidieron elaborar el informe El Conurbano en Cuarentena. “Por el valor que tenían los testimonios en términos de diagnóstico en un momento en que no se sabía mucho de cómo estaban los barrios del conurbano y por compromiso con las organizaciones sociales que nos habían transmitido sus experiencias, decidimos hacer un pequeño informe. A partir de allí, quedamos muy involucrados en el seguimiento de la situación en los barrios”, relata la socióloga Verónica Maceira, investigadora docente del ICO, y coordinadora de los informe junto a Gonzalo Vázquez, Secretario de Investigación y Vinculación del ICO.

A casi seis meses de cuarentena, el equipo ya presentó tres ediciones del informe, elaboradas en base a más de 460 entrevistas realizadas a referentes territoriales y barriales, del campo de la salud y también sindicales, que residen o participan en 22 de los 24 partidos del Conurbano Bonaerense, con excepción de San Isidro y Vicente López, y en otros municipios de la Región Metropolitana, tal es el caso de Escobar, Pilar, General Rodríguez, Luján, Zárate, San Vicente y Presidente Perón.

Las entrevistas se hacen de manera virtual a través de llamadas telefónicas y de audios o mensajes de whatsapp y en el caso de los y las referentes del campo de la salud se utiliza un formulario breve y semiestructurado. A lo largo de los tres relevamientos participaron de manera colaborativa un total de 25 investigadores y docentes de los Institutos del Conurbano y de Ciencias (ICI), trabajadores y trabajadoras nodocentes, estudiantes y graduados y graduadas de la UNGS, en colaboración con organizaciones y redes territoriales.

Los resultados del tercer relevamiento, realizado entre el 8 y el 28 julio de 2020, muestran que la discontinuidad laboral y de los ingresos provenientes del trabajo y el acceso a alimentación y productos básicos, siguen siendo las dos principales problemáticas que se agravaron en el marco de la cuarentena en los barrios populares del conurbano bonaerense, según identificaron los y las referentes territoriales encuestados.

– A principios de septiembre presentaron el tercer relevamiento ¿Qué pudieron ver?

– Encontramos una situación que tiene su complejidad y matices. Por un lado, la discontinuidad de trabajo y de los ingresos de quienes dependen de un trabajo informal ya no es coyuntural y entonces va comprometiendo más seriamente la economía de los hogares. Observamos allí otras problemáticas que remiten a este deterioro, como por ejemplo, el aumento del robo de subsistencia al interior del barrio. Por otro lado, hay una mayor actividad laboral en los sectores formales ya exceptuados y un despliegue mucho mayor de estrategias económicas tanto por parte de las familias como de las organizaciones sociales.

– ¿Y qué pudieron observar respecto de las estrategias familiares y de la intervención estatal?

– Encontramos justamente que ya se fue implementado el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) en sus distintas fases y vimos que parte del mismo se está utilizando para generar nuevos trabajos, rebusques o emprendimientos y cómo eso se va entramando en los mercados informales de la región que tienen una dinámica muy importante a través de las redes sociales. Por el lado de las estrategias de las organizaciones, es impresionante el nivel de la cobertura y las articulaciones que se observan ahora en todo el territorio.

Esta reactivación laboral a través de rebusques y emprendimientos es uno de los puntos del que se deja constancia en el informe a través de la voz de una referente barrial: “Inventaron nuevas formas de subsistencia”. Entre estas actividades se destacan la producción de panificados y comidas elaboradas para la venta, confecciones, delivery, carpintería, instalación de kiosco o pequeño almacén, pero también, reparación y reventa de objetos producto de cartoneo, producción y venta de leña a partir de durmientes.

En cuanto a la implementación del IFE, el informe indica que dos terceras partes de los y las referentes consideran que el impacto de este instrumento fue bueno o muy bueno, y que dos de cada diez piensa que fue una buena medida pero enfatiza en sus limitaciones. A través de los tres relevamientos, los especialistas pudieron ver cómo fue la implementación este instrumento y cuál es su aceptación: “En este relevamiento de julio podemos observar un proceso ya desplegado. Si la evaluación de les informantes en nuestra medición anterior era positiva, constatamos ahora que esta aceptación es aún mayor”.

– Cuando comenzaron, ¿pensaban que la realización de estos relevamientos les iban a dar la posibilidad de seguir de cerca, y en los barrios, la implementación de un instrumento como la IFE?

– Sí, en particular, respecto de la IFE teníamos expectativas de poder observar sobre la marcha su implementación. De hecho, retrasamos unos días el segundo relevamiento para darle tiempo a que se haya completado una primera implementación para aquellos que la recibían directamente por ser beneficiarios de la AUH y la primera semana de quienes la recibían inscribiéndose directamente.

Este tercer relevamiento se articuló también con un proyecto de investigación de la UNGS que recibió financiamiento en el marco de una convocatoria del Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación. “En ese proyecto los colegas están investigando otros ejes y dimensiones de la situación del Conurbano, como lo que pasa por ejemplo en el entramado productivo de la Región o la implementación de políticas desde la gestión municipal. Así que en conjunto, es un trabajo de gran envergadura que nos va a permitir tener una mirada coyuntural pero a la vez compleja de la Región”, enfatiza Maceira.

El Conurbano en la Cuarentena abarca una serie de temáticas. Maceira explica que el criterio general “es que sean tópicos sensibles a la coyuntura, porque de lo que se trata es de hablar de lo que está pasando en cada momento”. Algunas incluye temáticas básicas para poder caracterizar la situación, por ejemplo, qué está pasando con la inserción laboral en el barrio, otras que van jerarquizando los y las referentes entrevistadas, como es el caso de la asistencia alimentaria directa, y otras cuestiones a las que se le dan seguimiento como los problemas de hostigamiento policial y la violencia de género al interior de los hogares. “Y hay otras preocupaciones que quizás no se hicieron presentes espontáneamente pero nosotres queremos saber y quizás no están tan visibilizadas, por ejemplo, en este último relevamiento, cómo resuelven el cuidado de les niñes (dado que no están yendo a la escuela) o qué problemáticas específicas de les jóvenes y adolescentes de los barrios surgieron o se agravaron”, detalla la investigadora.

Cómo fueron creciendo y se fueron organizando las ollas populares fue otro de los procesos que pudieron registrar los especialistas a lo largo de los relevamientos. “Respecto de las respuestas de las organizaciones sociales, creo que su nivel de activación fue lo que más nos impactó en el segundo relevamiento y en el tercero enfocamos a entender mejor sus articulaciones y su relación con los niveles de gestión”, cuenta Maceira.

Qué pasa con la pandemia propiamente dicha, cómo es la prevención y la atención de casos positivo, fue una de las temáticas incluidas en el tercer relevamiento, realizado en julio de 2020. Para ese momento, se registraban casos confirmados de covid-19 en el 91% de los barrios relevados, como señala el informe. Seis de cada diez referentes considera que la presencia estatal en la atención de la enfermedad es fuerte o muy fuerte, mientras que uno de cada diez menciona demoras en la evaluación de casos y en el seguimiento de los vecinos infectados con aislamiento domiciliario.

En el campo de la salud, el relevamiento muestra un hallazgo, según comentan los especialistas, que es la reactivación “de casi todo” el primer nivel de atención en salud: “La mayoría de los centros sostiene la atención, aunque con restricciones en algunas especialidades y diversas formas de organización frente a la atención de casos sospechosos de covid-19”. El informe indica que los centros de atención privilegian los controles de rutina para embarazadas (prenatales), recién nacidos, niños de hasta 12 meses y de enfermos crónicos, que además se reanudó la entrega de medicación en los establecimientos donde se había discontinuado, y que, con algunas modificaciones, los centros que atienden Salud Sexual y Reproductiva e ILE siguen garantizando la atención y preservando la distribución de métodos anticonceptivos.

Con los resultados del tercer informe analizados, el equipo avanza también “en la investigación a través de otras fuentes y métodos necesarios, ya sea por ejemplo fuentes secundarias, por ejemplo para el seguimiento del empleo o bien periódicos y otras fuentes, para el seguimiento de procesos o conflictos”, cuenta Maceira y agrega: “ En función de cómo siga la pandemia y la situación social, vamos a ir evaluando cuándo volvemos al campo y cuáles serían en ese momento los tópicos centrales para abordar”.

Marcela Bello

* La nota fue publicada el 15 de septiembre de 2020 en la edición de la revista Noticias UNGS

Martes 22 de septiembre de 2020

Un horizonte multiactoral

Identificar cómo estaremos y qué necesidades serán las que expresen el estado real de la vida de los ciudadanos y las ciudadanas del conurbano bonaerense cuando termine la actual emergencia sanitaria parece una enorme dificultad cuando atravesamos el momento más álgido del nivel de contagios y de muertes. Sin embargo, la UNGS tiene puesta la mirada en ese horizonte, y, a través de la Secretaría de Desarrollo Tecnológico y Social, viene convocando a lxs actorxs del territorio que representan muchos de los intereses golpeados por esta crisis.

La tarea de la Secretaría de Desarrollo Tecnológico y Social (SDTyS) de la Universidad, dice su titular, el ingeniero Oscar Galante, es construir “más territorio en la Universidad y más Universidad en el territorio”. Trabajando de manera concertada con los investigadores y docentes de los cuatro institutos en los que se organiza la actividad académica de la UNGS (y cuyos secretarios de Investigación y Desarrollo Tecnológico y Social convergen en el Comité de Servicios de la Universidad, protagonista fundamental de esta articulación), la SDTyS viene promoviendo una cantidad de iniciativas en el actual contexto de pandemia y con miras a imaginar posibles escenarios para el futuro. Con los antecedentes representados por el censo industrial llevado adelante por investigadores docentes del Instituto de Industria (IdeI) en conjunto con el municipio de Malvinas Argentinas, por la sistematización y síntesis del censo realizado por el municipio de San Miguel y por la organización del encuentro “El conurbano produce y alimenta. La economía popular solidaria y el desafío alimentario”, que dio cuenta de la situación de la agricultura familiar periurbana y articuló las iniciativas y los apoyos existentes para sistemas productivos y productorxs de la región, la SDTyS organizó a fines de agosto un encuentro (virtual, naturalmente) entre representantes de diversas instituciones que están construyendo información al día sobre el estado de la industria regional y sobre la formación y los hábitos de sus trabajadorx en la “Mesa de trabajo multiactoral: Desafíos de producción y formación en el conurbano noroeste”, con el propósito de compartir información y datos estadísticos y de discutir cómo revertir las consecuencias negativas del ASPO en el futuro cercano.

Trabajo y formación
“Todos tenemos un aporte valioso para hacer en esta tarea, que redunde en un mejor desarrollo socioproductivo, en una mejor empleabilidad y en mayores oportunidades para la vida de nuestros conciudadanos”, señaló Rocío Casajus, Directora de Promoción de la Educación y el Trabajo del Consejo Provincial de Educación y Trabajo (COPRET), quien explicó la doble estrategia –sectorial y territorial– que el Consejo viene desplegando: por un lado, el trabajo con el universo de educación técnico profesional (centros de formación profesional, educación técnica media, educación agraria media y educación superior técnica) “en el tipo de oferta que se puede desarrollar, que después estará disponible a nivel provincial para todas las instituciones”; por el otro, la discusión, en cada distrito, sobre “hacia dónde va el sistema productivo y cuáles son las demandas sociales de formación, porque hay muchas mediaciones entre las demandas del nivel socioproductivo y las posibilidades de la oferta”.

Las autoridades de numerosos Centros de Formación Profesional (CFP) de la región también participaron en la discusión. Manuel Schultz, Richard Pais (miembro del Consejo Social de la UNGS), Rubén Verdura y Eduardo Blanco coincidieron en las dificultades de desarrollar planes de formación específicos frente a la inmediatez de las necesidades que tiene la industria y los caminos a recorrer en el sistema educativo de la provincia, y subrayaron la importancia de la articulación con el COPRET. Por su parte, Eduardo Caprarulo (CTA regional San Miguel, José C. Paz y Malvinas Argentinas, también miembro del Consejo Social de la Universidad) sostuvo que “Si vamos a pensar la formación de trabajadores desde la perspectiva de las grandes empresas asentadas en el territorio difícilmente podamos dar respuesta a las necesidades de la mayoría de lxs trabajadorxs que lo habitan, porque sabemos que es un porcentaje muy bajo el que va a ingresar allí”. No –dijo Caprarulo–: “no podemos pensar un trabajador solo en función del requerimiento de una empresa; hay que pensar la formación desde una mirada integral para que en un mundo tan complejo, con tantos cambios de las condiciones económicas, tenga herramientas para ingresar al mundo del trabajo”.

La mirada de las empresas se hizo presente a través de Yanina Busquet, de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA), quien compartió información muy precisa sobre la situación actual de las empresas que representa la entidad. ADIMRA consulta mensualmente a sus asociados, quienes dan cuenta de la situación productiva, el estado financiero, los costos asumidos por el protocolo de cuidados (como traslados, equipos de protección y testeos) y las cuestiones laborales. El último informe, realizado en conjunto con la UIA, muestra el impacto del ASPO sobre 22 mil empresas de todo el país, y, de aquellas con asiento en la región, una porción que incluye 60 mil trabajadores directos. Dice Busquet que “en la región noroeste del Gran Buenos Aires, ADIMRA tiene una buena vinculación con universidades y otros centros de formación, como la UNGS y las universidades nacionales de La Matanza y de Moreno, pero también con otras, como la UNQ y la Universidad Nacional de Mar del Plata, con muchas de las cuales comparten el sistema de pasantías, la construcción de estadísticas y la articulación en general”.

Aulas adentro, aulas afuera
La UNGS desarrolla programas de investigación con epicentro en el conurbano. El profesor Osvaldo Battistini, investigador docente del Instituto del Ciencias (ICI), tiene una vasta experiencia en ese campo. “Cuando analizamos qué sucedía en la relación entre empleo y formación en el territorio” –explicó–, “observamos que no había conocimiento por parte de las empresas de la formación impartida en el territorio y que gran parte de las personas contratadas por las empresas no habitaba en los partidos del mismo territorio”. Esta desconexión del trabajo y la formación, del trabajo y la habitabilidad de lxs trabajadorxs del territorio preocupan y ocupan desde hace tiempo a la Universidad, y en ese sentido se encuentran alineados muchos de sus proyectos de investigación.

En la misma dirección, Bárbara Couto, investigadora docente del Instituto del Conurbano (ICO) y coordinadora del Observatorio del Conurbano, presentó los resultados preliminares de un proyecto en curso, dirigido por Rodrigo Carmona y financiado por la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación, que estudia la prevención y el monitoreo de los impactos de la pandemia y el ASPO. El equipo, que incluye a 35 investigadores docentes del ICI y del ICO, viene estudiando las condiciones de vida, las condiciones de la producción, las capacidades institucionales y los problemas de seguridad en 24 partidos del Gran Buenos Aires. Couto hizo hincapié en la información vinculada a las condiciones de la producción industrial en la región y dio cuenta del alcance del Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP), en sus cuatro versiones, y de las dificultades de las empresas para gestionarlo. “Acá hay una tarea importante de mediación, tenemos que traducir las necesidades del territorio para que el Estado tenga una mejor llegada”, sintetizó, y puso a disposición un mapa con indicadores de empleo registrado, producción, georreferenciación de redes de economía social, producto bruto geográfico percápita, producto industrial, niveles de densidad del mercado de trabajo, parques industriales… producto todo del trabajo de los investigadores de la UNGS. “Por eso es importante estar vinculados entre nosotros”, dijo: “que la información esté disponible, que los datos sean fáciles de entender, y de esa manera todos podamos tomar decisiones informadas y mejorar las condiciones de la producción en nuestra región”.

El encuentro, que (ventajas de la virtualidad) reunió a una enorme cantidad de actores, evidenció el fuerte arraigo de la UNGS y de sus equipos en el territorio en el que desarrolla su tarea, la experiencia de articulación institucional que viene acumulando y sus posibilidades a futuro. En la reunión, Secretario de Producción, Industria y Medio Ambiente de Malvinas Argentinas Juan Carlos Ferreyra recordó los cuatro años de trabajo conjunto que llevan con la UNGS en la resolución de problemas y el desarrollo de estrategias de acción. “Para acceder a trabajos tecnológicos o cuasi tecnológicos deberemos aprender a convivir con la inteligencia artificial, el big data, la robotización…”, dijo Ferreyra, y tomó la responsabilidad de “orientar a las personas en la tecnificación, como mínimo en la capacitación de servicios, comercio e industria; esto es, introducción a la digitalización e industrias 4.0”.

Vientos de oportunidad
Brenda Pignón, de la ONG “Liberarte”, que funciona en Malvinas Argentinas desde hace tres años, sostuvo que la pospandemia debería resultarnos también una oportunidad, la ocasión para crear algo nuevo que atraviese los paradigmas de exclusión que replicamos cada día. Pignón amplió la mirada de todos los participantes en el encuentro cuando solicitó pensar también la formación de trabajadorxs con barreras históricas para el acceso, tanto al trabajo como a la formación, principalmente el colectivo de personas con discapacidad, en el cual el 80% está sin trabajo. “Y eso se profundiza cuando lo miramos interseccionalmente, en clave de género, de edad y de vulnerabilidad socioeconómica”, dijo Pignón, quien invitó a pensar propuestas accesibles a estos colectivos, que incluyan el conocimiento de los programas de discapacidad por parte de las empresas, “ya que no se están utilizando”.

Verdaderamente multiactoral, esta mesa de trabajo abrió líneas de acción que ya comenzaron a trazarse. “Lo importante es que tenemos la concepción de pensamiento y acción, accionamos y repensamos sobre la praxis…”, dice el Secretario de Desarrollo Tecnológico y Social, “y activamos con el conocimiento, de la mano de la academia, intentando siempre responder a una necesidad o una carencia del territorio”. Para Oscar Galante y su equipo, convocar actores con intereses y horizontes a veces opuestos pero integrados, colaborar en la articulación de sus saberes, abrir caminos para que recorran en conjunto, es lo cotidiano. “No siempre la demanda existe, existen la necesidad y la carencia. Entendemos que es nuestra tarea como gestores tecnológicos detectarla, ayudar a convertirla en demanda y responder desde el conocimiento. Luego, devolverla al territorio, su lugar de origen”.

Tamara Pachado

* La nota fue publicada el 15 de septiembre de 2020 en la edición de la revista Noticias UNGS

Martes 22 de septiembre de 2020

Mejorar la calidad de vida

La UNGS firmó un acuerdo con PAMI para brindar una serie de cursos dirigidos a las y los afiliados de ese organismo, con el objetivo de generar espacios de encuentro y formación que permitan atenuar los efectos del confinamiento al que obliga la situación de crisis sanitaria. La primera oferta de cursos ideados en el marco de esta iniciativa conjunta aprovecha la experiencia de formación en cultura que brinda la Universidad. Próximamente esta oferta se verá ampliada a partir de la incorporación a la misma de propuestas de los distintos Institutos.

Las y los adultos mayores conforman el segmento poblacional de más alta vulnerabilidad frente a los efectos de la pandemia generada por el virus Covid-19, entre otras razones porque su aislamiento agudiza algunas problemáticas propias de la edad. Con el objetivo de realizar en forma conjunta acciones de promoción educativa, cultural y social para mejorar la calidad de vida de ese sector poblacional, la UNGS firmó un convenio de cooperación con el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (PAMI) para impulsar el Programa de Universidades para Adultos Mayores Integrados UPAMI), a través de la modalidad virtual.

Este Programa ofrecerá a las y los afiliados de PAMI una diversidad de cursos vinculados con el cuidado de la salud y del interés social y comunitario, con eje en la búsqueda del equilibrio interno e individual como condición para la posibilidad de reconstruir los vínculos y lazos afectivos y de mejorar la autoestima, la autorrealización, la seguridad y la identidad de las personas adultas mayores. Respetando las medidas de prevención sanitaria, la firma se llevó a cabo en el campus universitario con la presencia del vicerrector a cargo del Rectorado Pablo Bonaldi, el subdirector nacional del PAMI Martín Rodríguez y el intendente municipal de Malvinas Argentinas Leonardo Nardini. En la transmisión virtual también estuvieron presentes adultos mayores de los centros de jubilados de la región y docentes de los cursos.

En su intervención, Bonaldi expresó una gran satisfacción por este acuerdo y destacó que la propuesta refleja la perspectiva desde la cual la UNGS se esfuerza por tomar contacto con los adultos mayores: “No solo les ofrecemos una instancia de integración a la Universidad, sino que además lo hacemos convencidos de que hay en ellos un saber que es valioso y que nos interesa recuperar”, expresó el vicerrector en alusión específica a los cursos de historia oral, que se espera puedan realizar un valioso aporte al proyecto de reconstrucción de la historia del ex partido de General Sarmiento que lleva adelante la UNGS.

“Las ciencias sociales nos enseñan que se puede clasificar a las sociedades por cómo tratan a sus eslabones más débiles. Nosotros estamos convencidos de que es necesario construir una sociedad que a partir de una ética de la solidaridad acompañe a esas personas que están en las situaciones más frágiles”, sostuvo Bonaldi, y agregó: “Hoy, en la firma de este convenio, se expresa el compromiso que desde el estado nacional, el estado local y una universidad del conurbano tenemos en la construcción de una sociedad diferente, donde los lazos permitan proteger a quienes más lo necesitan”. En el cierre de su intervención, Bonaldi afirmó: “Debemos reforzar los vínculos de solidaridad. Sabemos que son los adultos mayores quienes están recibiendo el impacto más duro de esta pandemia, un impacto que no es solo sanitario sino que se expresa en la dificultad de mantener vínculos sociales, con los afectos, con las familias, los amigos, los vecinos. Ofrecer estos cursos es un modo de habilitar esos vínculos y de proponer a los adultos mayores una alternativa social, cultural y formativa”.

El intendente de Malvinas Argentinas agradeció a la Universidad por ponerse una vez más al servicio de la comunidad: “Nos pone muy felices que esta iniciativa se haga en nuestra casa, que es la UNGS, de la que nos sentimos parte y con la que sabemos que podemos contar. Celebramos la firma de este convenio, que es muy beneficioso para nuestros adultos mayores. Esta es una muestra más del trabajo que estamos haciendo desde el municipio junto al estado nacional y el estado provincial”. Nardini dijo además que “esta iniciativa que lleva adelante PAMI es parte de la capacidad de una gestión que piensa en revalorizar el rol de los adultos mayores, de aquellos que nos dieron la oportunidad y nos van marcando el camino a partir de su experiencia”.

El subdirector de PAMI Martín Rodríguez destacó que el Instituto está trabajando intensamente para recuperar prestaciones que se les quitaron a las y los jubilados en los últimos cuatro años. Por ejemplo, los medicamentos gratuitos, un beneficio que a pesar de la difícil situación presupuestaria del PAMI se pudo volver a implementar en marzo pasado. “Nuestra obsesión es garantizar la mayor cantidad de derechos para los adultos mayores y en ese contexto surgieron los talleres virtuales en articulación con las universidades públicas. Estamos lanzando talleres en diversas regiones junto a varias universidades. Por la pandemia este semestre será virtual pero esperamos que próximamente podamos hacerlos presenciales”, expresó.

En su sesión del 22 de agosto el Consejo Superior de la UNGS había aprobado la firma de este convenio específico entre ambas instituciones. En las consideraciones de la resolución correspondiente se menciona como antecedente la participación de la UNGS en la implementación del referido Programa durante 2011, a través de la oferta de cursos de formación continua. Los cursos serán sobre cine, música, artes plásticas, danza, fotografía, narración y literatura y se realizarán, desde luego, a través de la modalidad virtual, teniendo en cuenta el actual contexto de aislamiento social. Se dictarán a partir de mediados septiembre.

Para más información escribir a upami@campus.ungs.edu.ar

Brenda Liener

* La nota fue publicada el 15 de septiembre de 2020 en la edición de la revista Noticias UNGS

Seguinos en